Casa en Sitges II

Se trata de una reforma de una casa de vacaciones de los años 60. El interés fundamental fue vincular la vivienda con sus patios exteriores y su jardín, potenciando la iluminación y fortaleciendo las visuales. Para ello, se tiraron casi todas las particiones interiores para hacer espacios interiores más diáfanos. Además, los nuevos ventanales mucho más anchos, potencian esta conexión y, debido a su amplitud, generan lugares para el reposo dentro de la vivienda.
Es una intervención eminentemente mediterránea, por su vegetación, su carácter, su luz y la reinterpretación de la forma y los colores de la época. Los blancos, los tonos azulados, las baldosas hidráulicas y el pavimento de microcemento crean ambientes tranquilos y agradables. Ya en el exterior, con materiales que iban sobrando de la obra, se intervino en cuanto al paisajismo. Con los mínimos recursos mejorar el entorno, es uno de los conceptos claves dentro de los procesos de diseño de nuestro estudio.